En la calle Héroes 45, en poco más de 2 000 metros cuadrados, el arquitecto Antonio Rivas Mercado construyó la mansión como su propio laboratorio arquitectónico. Ahí representó la arquitectura ecléctica, una mezcla de elementos muy distintos en perfecta armonía: columnas dóricas, siete tipos de cantera, unas escaleras con motivos árabes, balaustradas renacentistas, piedra, ladrillo, más de 50 000 piezas de mosaicos encáusticos entre muchos detalles que hacen de esta casa única en la Ciudad de México.

Galería de las columnas Casa Rivas Mercado
2021
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

Son más de noventa diseños distintos que conforman algunos de los pisos de esta casa, entre forma, tamaño, diseño y color, todos están puestos a la manera de tapetes. Antonio Rivas Mercado trajo las piezas de Inglaterra y son elaboradas de manera artesanal con la técnica de la encáustica. Los trabajos de restauración permitieron recuperarlos por completo, fue necesario localizar en Inglaterra una fábrica de la época para lograr reponer las piezas faltantes y devolverles su esplendor y belleza.

Salón principal Casa Rivas Mercado
2021
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

La Casa Rivas Mercado pone en armonía el victoriano inglés, el art noveau, el estilo renacentista, los elementos clásicos y árabes, con una ubicación a 45 grados con relación a la calle, lo cual rompía rotundamente con las reglas estereotipadas de la época.

Hall de la escalera Casa Rivas Mercado
2021
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

El arquitecto Antonio Rivas Mercado seleccionó para su residencia materiales extranjeros y nacionales, entre los que se distinguen diversos tipos de cantera, principalmente verde y rosa. Sobresale la madera de encino americano en las escaleras y en los techos. Los frisos exteriores son de fabricación francesa.

Pasillo de los pisos tragaluz Casa Rivas Mercado
2021
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

Para resolver los problemas de iluminación en algunas áreas de la casa, el arquitecto Antonio Rivas Mercado opto por colocar unas baldosas fabricadas en vidrio, estas además de servir de piso para los pasillos superiores, filtraban la luz de los domos altos hacia la planta baja. Esta solución fue una innovación en los procesos constructivos en la ciudad de México a finales del siglo XIX.

Antesala del segundo piso Casa Rivas Mercado
2021
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

La Fundación Conmemoraciones se hizo cargo de su restauración a lo largo de 10 años. Fue un proceso complejo pues la casa estaba en condiciones lamentables y fue un trabajo arduo el que se llevó a cabo para estabilizarla y recuperar todos sus elementos arquitectónicos y ornamentales. Hoy la casa no solo rescata un episodio en la historia de la arquitectura de la Ciudad de México, igualmente mantiene viva y conmemora la memoria del arquitecto Antonio Rivas Mercado y su hija Antonieta. Es tambien un foro para diversas disciplinas artísticas, como la música, literatura, teatro, pintura y muchas más.

Fachada principal Casa Rivas Mercado
2020
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

En la calle Héroes 45, en poco más de 2 000 metros cuadrados, el arquitecto Antonio Rivas Mercado construyó la mansión como su propio laboratorio arquitectónico. Ahí representó la arquitectura ecléctica, una mezcla de elementos muy distintos en perfecta armonía: columnas dóricas, siete tipos de cantera, unas escaleras con motivos árabes, balaustradas renacentistas, piedra, ladrillo, más de 50 000 piezas de mosaicos encáusticos entre muchos detalles que hacen de esta casa única en la Ciudad de México.

Fachada posterior Casa Rivas Mercado
2021
Crédito fotográfico:Cristóbal Arias

Kathryn S. Blair autora del libro ‘A la sobra del angel‘ describe en sus páginas: “La mansión de los Rivas Mercado proyectaba una personalidad única. Era una casa de dos pisos, aunque de línea horizontal, plantada en ángulo y de buena altura. Se entraba por una larga galería abierta, desde la cual se proyectaba un pórtico clásico sobre el rellano de un par de escaleras que bajaban de cada lado hasta el camino circular. Rompía la simetría un pabellón solitario en el extremo derecho de la galería y, por encima del techo alto y plano, había una torre visible desde la calle. Una armoniosa composición de piedra y ladrillo embellecía la fachada, y el friso de mosaico que adornaba el pórtico agregaba un toque pompeyano. Los colegas de Antonio habían bautizado el estilo ¨clásico ecléctico¨: puro Rivas Mercado.”