Construido por mandato del Conde de Gálvez para casa de descanso, data de 1785; a lo largo del tiempo a este inmueble se le han dado diferentes usos: colegio militar, residencia imperial y presidencial hasta llegar a ser sede del Museo Nacional de Historia. Se encuentra ubicado en la parte superior del Cerro del Chapulín en el Bosque de Chapultepec. Está divido en dos partes: en la primera se aborda desde finales de la conquista hasta la Revolución. En la segunda se observa una muestra de las habitaciones del Segundo Imperio y el Porfiriato. Tiene como finalidad promover la memoria histórica y la identidad nacional.

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia

Sor Juana Inés de la Cruz
Miguel Cabrera
Óleo sobre tela
2.81 x 2.24 m.
1750, siglo XVIII

Este óleo constituye la obra maestra del Museo, en cuanto a retratos se refiere. El pintor oaxaqueño Miguel Cabrera representó a la llamada “Décima Musa”, con base en el retrato del artista español Juan de Miranda; lo modificó, colocando a Sor Juana en una celda amplia, llena de libros, destacando la sabiduría y el afán de estudio que caracterizaron la vida de la monja, poeta y apasionada científica. En el cuadro, la religiosa aparece vestida con el sencillo hábito de la Orden de las Jerónimas y portando en el pecho el llamado “escudo de monjas”.

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia

Conde Bernardo de Gálvez
Fray Pablo de Jesús
Óleo sobre tela
2.12 x 2.05 m.
1796, siglo XVIII

Este óleo es un retrato ecuestre del virrey Bernardo de Gálvez, buen ejemplo de los funcionarios ilustrados que gobernaron la Nueva España en el siglo XVIII y principios del XIX, y, a su vez, es uno de los emblemas del Museo; se considera una obra sui generis dentro del arte virreinal, ya que el caballo fue realizado con la técnica denominada “golado”, consistente en el trazo caligráfico como elemento formal, en una época en que iniciaba el estilo neoclásico, dejando atrás al barroco.

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia

La Constitución de 1917
Jorge González Camarena
Acrílico sobre madera forrada de tela
5.10 x 4.90 m.
1967

Este cuadro muestra a Venustiano Carranza escribiendo la Constitución que hasta la fecha rige al país. En el extremo superior aparecen varias figuras revolucionarias con sus armas al hombro. En la parte inferior puede observarse la destrucción de las viejas estructuras de explotación. Del lado derecho está representado el Congreso Constituyente, cuyos miembros se van desdibujando hasta convertirse en un águila, símbolo de la Patria. En la mesa hay papeles blancos donde van quedando los preceptos de la nueva Constitución y papeles negros que caen y simbolizan la injusticia del Porfiriato.

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia

Retablo de la Independencia
Juan O’Gorman
Pintura al fresco
4.40 x 15.69 m.
1960-1961

Realizado en 1960 por Juan O’Gorman, este fresco se desarrolla en cuatro etapas: la primera, muestra la injusta organización social en la Nueva España. En la segunda están representados los precursores ideológicos del movimiento de Independencia. La tercera etapa hace referencia al inicio y gesta del movimiento independentista; Miguel Hidalgo y José María Morelos están representados dos veces en actividades diferentes. En la cuarta —y última etapa— se representa la organización de las fuerzas insurgentes y la expedición de la primera Carta Magna del México independiente: la Constitución de Apatzingán. 

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia

Estandarte de la Virgen de Guadalupe
Tomás Julián
Óleo sobre tela
1.69 x 1.04 m.
1805, siglo XIX

Obra pintada por Tomás Julián en 1805, se conoce como el Estandarte de Hidalgo; sin embargo, no es un estandarte propiamente dicho sino un óleo de gran tamaño con la figura de la Virgen de Guadalupe. Ese óleo fue tomado por Miguel Hidalgo del Santuario de Atotonilco, cuando se dirigía con sus tropas rumbo a San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende, en Guanajuato); uno de sus hombres lo sujetó a una lanza para enarbolarlo y encabezar el movimiento de insurrección, que sería el germen de la Independencia, iniciado en el pueblo de Dolores la madrugada del 16 de septiembre de 1810.

Crédito fotográfico: Archivo Museo Nacional de Historia