Aquí se hallan los restos momificados de los ancestros geográficos y culturales (segunda mitad del siglo XIX y XX) de los habitantes de Guanajuato. Es la colección de momias naturales más grande del mundo —54 elementos—, y es patrimonio cultural del Municipio. El visitante del Museo revive la sorpresa de los sepultureros del vecino Panteón Municipal de Santa Paula, al exhumar los cuerpos y descubrir su conservación (posiblemente desde 1898); la momificación se debe a un proceso espontáneo por la ausencia de intercambio de oxígeno y humedad en las gavetas. Según el Museo, honrar la muerte es darle sentido a la propia vida.

Crédito fotográfico: Archivo Museo de las Momias de Guanajuato

Es el cuerpo más pequeño de la exhibición, con 20 cm de largo. Se trata de un feto de aproximadamente 24 semanas; su gestación se interrumpió por la muerte prematura de la madre. Ambos fueron inhumados en el mismo ataúd; los dos se encontraron momificados y siempre se han exhibido juntos.

Crédito fotográfico: Municipio de Guanajuato / Carlos de las Piedras

Es el cuerpo mejor conservado de la colección. Entre sus brazos, atesorando su identidad, resguarda una papeleta que le asigna el nombre de Juan Jaramillo. Ilustra perfectamente la definición de momia: cuerpo en el que se ha preservado la piel. El rostro sugiere los rasgos de la persona cuando estaba viva.

Crédito fotográfico: Municipio de Guanajuato / Carlos de las Piedras

Se trata del primer cuerpo momificado que se descubre en el Panteón de Santa Paula, el 23 de junio de 1870. En vida llevó el nombre de Remy Leroy, médico de profesión y originario de Francia; se casa a los 24 años con Dolores Madariaga y Enciso en 1839, y muere a los 50 de disentería, sin descendencia.

Créditos fotográfico: Municipio de Guanajuato / Carlos de las Piedras

Este cuerpo se encontró acompañado de una medalla con las siguientes inscripciones: “¡Oh! María, sin pecado concebida, rogad por nos que recurrimos a vos. 1830” (anverso); “Asociación de hijas de María establecida en México en 1862. C.N.” (reverso). Un valioso testimonio de su filiación religiosa. 

Crédito fotográfico: Municipio de Guanajuato / Carlos de las Piedras

Crédito fotográfico: Municipio de Guanajuato / Carlos de las Piedras