El Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA) es un espacio abierto a todo público que promueve el arte y la cultura a través de un proyecto expositivo, educativo e incluyente. Su sede es un edificio emblemático y de valor patrimonial para la ciudad. En él se encuentran dos murales que José Clemente Orozco hizo, entre 1935 y 1937, dentro del Paraninfo Enrique Díaz de León. Mediante una colección de más de 100 piezas de arte contemporáneo y la gestión de muestras temporales, tanto nacionales como extranjeras, sus visitantes pueden conocer y disfrutar el legado artístico de diferentes épocas.

Crédito fotográfico: Archivo Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara

El Hombre Creador y rebelde
José Clemente Orozco
Mural al fresco
1937

El Paraninfo alberga dos importantes obras del muralista mexicano José Clemente Orozco, realizadas en 1937: “El hombre creador y rebelde” —plasmado en la cúpula del recinto—, y “El pueblo y sus falsos líderes” —en el muro detrás del estrado—. La temática de estas obras revela la vocación cultural y humanista de la Universidad de Guadalajara y la visión crítica de Orozco acerca de la realidad histórica nacional y universal. En la cúpula, Orozco pintó cuatro figuras masculinas que representan las funciones esenciales de la universidad: la docencia, la rebeldía, la técnica y la ciencia.

Crédito fotográfico: Archivo MUSA

Amanecer (Círculo áureo)
Caracalla (Francisco Rodríguez)
Piroxilina sobre perfocel, lignoplay y fibracel
Diámetro 200 cm
1966

Caracalla fue uno de los principales exponentes del arte abstracto en Jalisco y su obra se caracteriza por el uso de materiales no convencionales. “Amanecer (Círculo áureo)”, es un excelente ejemplo de su producción; fue realizada con laca automotiva sobre un aglomerado de cartón y virutas de madera, así como con materiales usados en la construcción, a los que otorga un valor gracias a las texturas y tonos que ofrecen. En la composición, Caracalla intercala superficies satinadas con rugosas, organizadas dentro de una estructura geométrica. 

Crédito fotográfico: Archivo MUSA

La guerra
Alejandro Colunga
Litografía
99 x 70 cm
1986

La obra de Colunga se caracteriza por la fusión de lo profano y lo religioso, derivado del arte popular y del mundo de la magia, dando lugar a un heterogéneo repertorio iconográfico. A pesar de la complejidad de sus propuestas, sus composiciones suelen ser sencillas, marcadas por un contraste entre figura y fondo. En “La guerra”, una pequeña maga de nariz crecida juega con un par de aviones. Los efectos del desastre aparecen en las llamas de la parte inferior, en una composición que retoma elementos de las expresiones populares de los exvotos. 

Crédito fotográfico: Archivo MUSA

El pueblo y sus falsos líderes
José Clemente Orozco
Mural al fresco
1937

En el muro detrás del estrado se encuentra representado el abuso de los falsos líderes sobre la masa ignorante. Hombres esqueléticos, ciegos y mudos que levantan los brazos en protesta contra los líderes, vestidos como obreros de apariencia grotesca, que repelen el ataque del pueblo enardecido. La relación entre esta pintura y la de la cúpula, sugiere que sólo el conocimiento puede cambiar la condición de las masas y convertirlas en hombres verdaderos. 

Crédito fotográfico: Archivo MUSA

Don Rosendo en la ronda nocturna
Carmen Bordes Pacheco
Acrílico sobre tela
1993

En “Don Rosendo en la ronda nocturna” se hace una clara alusión a los carabineros del capitán Frans Banning Cocq inmortalizados por Rembrandt van Rijn en “La ronda nocturna” (1642), para armar un retrato colectivo con personajes de la cultura tapatía; la autora de la pintura toma como escenario el exterior del cine Roxy, un importante foro de la época, cuya fachada asoma en segundo plano. Al frente aparece Don Rosendo, asistente asiduo a las exposiciones que se inauguraban en la ciudad, además de haber sido un callado personaje que todos estimaban, y que aparecía sonriente con una copa en la mano en todas las galerías. 

Crédito fotográfico: Archivo MUSA