Este Parque Museo posee una de las más grandes colecciones de la cultura olmeca, primera civilización de Mesoamérica. Fue diseñado, organizado y montado por el poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, e inaugurado en 1958. Cuenta con un espacio de 6.5 hectáreas dividido en dos áreas, la zoológica y la arqueológica. La primera muestra animales de esta región tropical. La segunda, por su parte, exhibe obras arqueológicas procedentes del asentamiento arqueológico La Venta, en Huimanguillo, Tabasco, entre las que destacan figuras humanas representadas en altares, estelas y cabezas colosales; también se representan animales y seres fantásticos.

Crédito fotográfico: Archivo IEC

Monumento 77
Cultura olmeca
Basalto esculpido y tallado
1.04 x 0.71 x 0.60 m.
1200-600 a.C

Esta bella escultura, de profundo significado religioso, es una muestra del alto dominio técnico que tuvieron los olmecas para trabajar la piedra dura como el basalto. Se trata, posiblemente, de la representación de un sacerdote, a juzgar por la manera en que está sentado —característica con que, en las esculturas olmecas, se representa a personajes de alto rango—; destaca además por su atuendo y adornos, como las pulseras, ajorcas, orejeras, y una capa ricamente elaborada que cae sobre la espalda. El tocado que remata hacia atrás hace de este monumento una escultura única.

Crédito fotográfico: Archivo IEC

Mosaico
Cultura Olmeca
Serpentina tallada y pulida
6.29 x 4.69 m.
900-600 a.C

Ofrenda masiva, depositada sobre varias capas de piso de piedra serpentina, de color verde; expresa la cosmovisión del poderío olmeca. Este mosaico compuesto de 485 bloques de serpentina y esquisto cortados y pulidos fueron colocados como diseño de un rostro esbozado de un ente sobrenatural, quizá un jaguar, mismo que fue enterrrado bajo varias capas de arcilla de colores sobre las cuales se edificó un recinto ceremonial. En La Venta se han enciontrado tres de estos mosaicos, que se colocaron en distintos puntos del centro ceremonial, quizá como una ofrenda al territorio en el que vivían.

Crédito fotográfico: Archivo IEC

Cabeza Colosal N° 1
Cultura Olmeca
Basalto esculpido y tallado
2.42 m. (circunferencia 6.40 m.)
1200-600 a.C

Las fascinantes cabezas colosales olmecas son retratos de gobernantes dignatarios. Los diseños de sus cascos, de caracteristicas distintivas, simbolizan sus origenes dinásticos. En esta escultura se destaca la expresión de sus rasgos que, a diferencia de las otras tres halladas en La Venta, no tiene la boca entreabierta; un marcado entrecejo manifiesta un gesto más adusto. En el rostro se observan los ojos almendrados, la boca gruesa y la nariz ancha. Las cabezas colosales expresan el genio de los olmecas como escultores, el dominio del trabajo de la piedra.

Crédito fotográfico: Archivo IEC

Altar 4
Cultura olmeca
Basalto esculpido y tallado
1.67 x 3.20 x 1.79 m.
1200-600 a.C

Este tipo de esculturas son una creación típicamente olmeca. En su mayoría presentan un personaje sentado en la parte central en lo que podría estar representando el umbral del inframundo, “la cueva”. En la parte superior de este altar se aprecia de manera estilizada el rostro de un jaguar, animal asociado a las cuevas, a las fuerzas nocturnas, a la vida y la muerte, símbolo de poder. La cuerda que sostiene el personaje central con la mano derecha se encuentra atada a la muñeca de un personaje posiblemente cautivo que está esculpido del lado derecho del bloque de piedra.

Crédito fotográfico: Archivo IEC

Estela 2
Cultura olmeca
Basalto esculpido y tallado
2.57 x 2.09 x 0.90 m.
700-200 a.C

Las estelas de La Venta marcan un importante cambio estilístico en la escultura olmeca. La iconografía de este tipo de esculturas aporta una narrativa de la cosmovisión del pueblo olmeca, con escenas que registran asuntos relacionados con el poder político y religioso del grupo. En esta estela hay un personaje central, posiblemente un gobernante, a juzgar por el bastón de mando, su alto tocado y su posición hierática; dicha figura central, además, está rodeada de importantes personajes que también portan bastones y tocados de animales fantásticos.

Crédito fotográfico: Archivo IEC