El Museo del Algodón es un museo de sitio. Cuenta con el monumento del Torreón, que le dio el nombre a nuestra ciudad, el cual data de alrededor de 1870. Al mismo tiempo es histórico y agrícola, por la importancia de su contenido sobre el desarrollo de la industria y la agricultura en la comarca.
En el Museo se busca que nuestros visitantes estén orgullosos de nuestro pasado y valoren el tremendo esfuerzo que significó, para las primeras generaciones de laguneros, hacer florecer el algodón en el árido desierto. Al mismo tiempo conocer y entender la hermosa convivencia con las diferentes razas y culturas que se establecieron en lo que ahora es la ciudad de Torreón, famosa por su hospitalidad para con todos sus visitantes.
Los invitamos a un recorrido al interior del Museo para que conozcan nuestras raíces, a través de imágenes fijas y en movimiento, juegos didácticos, objetos de la época y elocuentes fotografías.

Crédito fotográfico: Museo del Algodón

La Rueca

Con las ruecas se urdía artesanalmente el hilo del algodón. Al girar la rueda, gira el carrete, en donde se tuerce el hilo. Esta rueca es de finales del siglo XIX y procede de Estados Unidos.

Crédito fotográfico: Liliana González Lobo

Sembradora

Al abrir los surcos la sembradora deposita la semilla que dará vida al campo algodonero. En la Comarca Lagunera aún se usan sembradoras de bote. Menos comunes han sido las de doble bote, utilizadas para fertilizar y sembrar al mismo tiempo. La sembradora de cajón y la de bote fueron donadas al Museo del Algodón por Don Juan José Fernández Torres.

Crédito fotográfico: Museo del Algodón

Fabricación de la tela

Los hilos se entrelazan, los verticales suben desde el carrete hasta el peine, mientras que los horizontales se entretejen con una lanzadera que va de un lado al otro de la tejedora. Esta máquina se utilizó en la fábrica de hilados y tejidos La Fe. Fue donada para el Museo del Algodón por Salvador Valencia.

Crédito fotográfico: Museo del Algodón

Tractor

Preparar la tierra, hacer los surcos, sembrar, cosechar y transportar. Los tractores son usados para arrastrar las herramientas agrícolas, con lo cual han simplificado notablemente el trabajo en el campo. Este tractor Farmall de principios del siglo XX, fue adquirido por José Fernández Madrazo y donado al Museo del Algodón por la familia Fernández Torres.

Crédito fotográfico: Liliana González Lobo

Crédito fotográfico: Museo del Algodón

Paca de algodón

Una vez limpia la fibra, pasa la prensa donde la paca del algodón es comprimida a una alta densidad hasta quedar con un peso aproximado de 226 Kg., equivalente a 5 quintales o 50 libras, lo cual permite el ahorro de espacio en su transportación y elimina cualquier rastro de plaga.

Crédito fotográfico: Museo del Algodón

Transformando el mundo

A través de la despepitadora, después de su invención en el siglo XVIII, se obtuvo más fibra de algodón con mayor rapidez y, con ello, se impulsó a la industria textil y al comercio del algodón en todo el mundo. Actualmente las despepitadoras modernas producen toneladas de algodón en pluma. Este banco despepitador fue donado al Museo del Algodón por Don Juan José Fernández Torres.

Crédito fotográfico: Museo del Algodón