Dedicado a preservar e interpretar el rico patrimonio histórico-minero y el asentamiento humano de esta región, este Museo privado cubre el período entre los años 1750 y 1930. Promueve el estudio de la historia regional a partir de fuentes documentales locales, nacionales y privadas, difunde la historia de la Península y realiza el estudio genealógico de las familias de orígenes multirraciales y culturales que poblaron esta región desde los tiempos de la Nueva España hasta hoy en día, desencadenando la búsqueda de lazos que unen a las familias que han migrado hacia el norte y ocupan lo que actualmente es el estado de California y que fue en tiempos también conocida como Alta California. Tiene como propósito lograr el reforzamiento de la Identidad regional así como del apego a la cultura del Sudcaliforniano.

El Centro Regional Interpretativo Museo Ruta de Plata tiene también el objetivo al brindar visitas guiadas por solicitud a los grupos estudiantiles y de turistas tanto nacionales como extranjeros, es bilingüe para los idiomas Español e Inglés y se cuenta asi mismo con el personal capacitado para la atención de los visitantes.

El nombre del poblado de El Triunfo tiene un origen que se remonta hacia 1722 en el que los frailes jesuitas en su travesía de los caminos sudcalifornianos entre las Misiones de Santiago y Todos Santos, establecieron una capilla en el sitio llamado Santa Ana y los soldados de cuera que protegían a los sacerdotes, identificaron la presencia de metales preciosos. Esto dio origen posteriormente al establecimiento del Real de Minas de Santa Ana y la exploración de los alrededores. En 1751, Manuel de Ocio realizó los primeros denuncios mineros ante las autoridades de la Corona Española y le fueron otorgados los títulos respectivos de las minas “El Triunfo de la Santa Cruz”, “San Pedro y San Pablo” además de “San Nicolás”.

En 1768 en las Californias, se decreta la expulsión de la Orden de la Compañía de Jesús del manejo de las Misiones establecidas al poner en efecto las Reformas Borbónicas el visitador José de Gálvez. Estas acciones trajeron como consecuencia el inicio de la entrega de suertes de tierra a los soldados retirados y así mismo la meta de la colonización de la Alta California.

La chimenea de la planta de beneficio de la Compañía Minera El Progreso fue construida en 1890 por una empresa francesa filial de la Cie. Du Boleo que operaba en Santa Rosalía, territorio de la Baja California. Se cree que el notable Ingeniero Gustav Eiffel fue su diseñador, sin embargo no existe una prueba de tal caso.

Los impuestos mineros a los que estaban sujetos los concesionarios, ya fueran personas o compañías, en tiempos del gobierno porfirista, se pagaban en tercios durante el año fiscal que iniciaba el 1 de julio y terminaba el 30 de junio.

Henry S. Brooks, Ingeniero de Minas nacido en Inglaterra y posteriormente ciudadano nacionalizado de Estados Unidos, fue el primer gerente de la Triunfo Silver Mining and Commercial Company en 1865, año en el que se incorporó a los trabajos del próspero pueblo de El Triunfo.

"Molino de Sangre" era el término dado al proceso de molienda de mineral en un foso y accionado mediante un eje que movía a una gran piedra en forma de rueda que era propulsada por una bestia mular.

Costumbres de diversas culturas confluyeron en El Triunfo, dándole la riqueza de pueblo cosmopolita generador de conocimiento, educación y gran nivel económico. La importancia de El Triunfo contrastaba con La Paz, al tener en un momento de 1890 el doble de los habitantes que la capital de aquel territorio.

A fines del siglo XIX, El Triunfo sufrió un gran desbalance ecológico, producto de la deforestación a causa de utilizarse miles de metros cúbicos de leña  de las montañas que rodean al pueblo. A la naturaleza le tomó 100 años para recuperar el ambiente de árboles de mezquite, vinoramas, palo verde y palo Adán.

Tras lograrse la independencia del control español en 1821, el país no logró mantener un gobierno consolidado y tras 26 años de lucha por el poder, se pierde una gran extensión territorial en la guerra contra Estados Unidos de Norteamérica al firmarse el Tratado de Guadalupe-Hidalgo.

La mítica Isla de California fue mencionada en las "Sergas de Esplandián" en la que la Reina Calafia era la líder de las amazonas de ese reino. La primera edición de ese libro apareció en 1510 en Sevilla, no es hasta el 3 de mayo de 1535 que Hernán Cortes pone pie en esta tierra y la declara parte del dominio del Rey de España.

La estatua del Ing. Juan José Matute Cañedo, realizada magistralmente por el escultor Guillermo Gómez, nos transporta en el tiempo en el que durante el porfiriato de fines del siglo XIX por medio de la Secretaría de Fomento se apoyó a los territorios de los distritos al hacer caminos para conectar ciudades y poblados. El ingeniero Matute realizó un trazo desde el muelle de La Paz hasta la mina de Las Cacachilas con conexión a La Ventana en el año de 1890.

Título: “Juan José Matute Cañedo”
Autor: Guillermo Gómez Macías
Técnica: Lámina de bronce vaciada
Medidas: 2.00 m altura Fecha de elaboración: 2014

Crédito fotográfico: Sandra Muñoz

El Galeón de Manila, también conocido como la Nao de China, en su viaje de regreso de Oriente y travesía por las costas de la península de Baja California hacía una escala en San José del Cabo con el propósito de abastecerse tanto de agua potable almacenada en barricas como de alimentos entre los que eran principalmente frutos cítricos con el fin de combatir el Escorbuto. La réplica de esta nave a escala, es la llamada San Felipe que fue construida en 1690 en honor al Rey Felipe IV "El Grande".

Título: “San Felipe – 1690”
Autor: Artesano Desconocido
Técnica: Mixta de piezas de madera como palisandro, caoba, teca y otras maderas tropicales exóticas además de tela, hilo y metal
Medidas: 0.71 m largo por 0.24 m ancho por 0.66 m alto
Fecha de elaboración: 2017, en Asia

Crédito fotográfico: Sandra Muñoz

En la ranchería popularmente conocida como "Las Gallinas" o el Rosario, se identificó oro de placer en el arroyo por resultado de las lluvias de la temporada de huracanes que arrastraba material rocoso de las laderas depositándose en las curvas del mismo arroyo. Desde 1848 mujeres de los alrededores de Las Gallinas que lavaban ropa en el arroyo, identificaron el precioso metal y por decenios tuvieron el privilegio de no ser molestadas en la recuperación del áureo metal, lo que dio origen a la leyenda del "Huevo de Oro de Las Gallinas".

Título: “La Mujer de las Gallinas”
Autor: Guillermo Gómez Macías
Técnica: Polímero coloreado
Medidas: 1.70 m altura
Fecha de elaboración: 2018
Pintura de fondo: Aceite sobre placa metálica
Acreditada a Leonardo Díaz

Crédito fotográfico: Sandra Muñoz

A finales del siglo XIX la explotación intensiva de minerales ricos en plata y un poco de oro por parte de la Compañía Minera El Progreso del distrito minero de El Triunfo, requirió la instalación de un sistema de acarreo eficiente desde las minas hasta la planta de beneficio por lo que se instalaron vías férreas. Por medio de carros mineros y una locomotora de vapor, conectaron la Mina Humboldt, La Codicia, La Soledad y La Marroneña con El Triunfo.

Título: “Carros mineros”
Autor: Desconocido.
Estos carros mineros llegaron a la región de Ruta de Plata procedentes de Cananea, Sonora, en la década de los años 1980
Técnica: Fabricación metal-mecánica
Medidas: 1.23 m de largo por 0.60 m ancho por 1.23 m alto
Fecha de elaboración: Ca. 1900

Crédito fotográfico: Sandra Muñoz

Manuel de Ocio, tras de retirarse del trabajo como Soldado de Cuera al servicio de la Guarda de la Misiones en la California, se convirtió en un emprendedor de la pesca de perlas, minero, ranchero, así como comerciante en el Real de Santa Ana, sede de las autoridades en la parte austral de las Californias. Convertido en el hombre más próspero de su tiempo, tras serle compradas de manera forzosa sus minas por la Corona Española en 1768, trágicamente murió tras un robo de sus propiedades.

Título: “Manuel de Ocio”
Autor: Anónimo
Técnica: Polímero coloreado
Medidas: 1.80 m altura
Fecha de elaboración: 2018
Pintura de fondo: Aceite sobre placa metálica
Acreditada a Leonardo Díaz

Crédito fotográfico: Sandra Muñoz